miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los ayoréode


Los Ayoréode son un pueblo semi-nómada del oriente boliviano, tradicionalmente cazador y recolector. En sus inicios ocupaban extensos territorios que iban desde el norte de los bañados de Izozog hasta la región del Chaco Central. Después de la Guerra del Chaco fueron desplazados hacia otras regiones y a través de las misiones cristianas fundamentalistas fueron persuadidos para ocupar territorios en la chiquitanía boliviana.

El sentimiento de pertenencia hacia la tierra, siempre ha sido fuerte en los ayoréode, por el hecho de ser su principal fuente de subsistencia. A través del tiempo han demostrado que han sido buenos guardianes de sus recursos naturales, aunque no hayan gozado de una limitación real sobre su territorio.

Los ayoréode siguen manteniendo su sistema de parentesco, incluyendo las reglas de casamiento y la exogamia de los clanes. Existe una fuerte relación entre los grupos de familias emparentadas por lazos de sangre, llamado “Jogasui”.

Durante la época colonial y republicana, poca o nada es la información que se tiene sobre los zamucos hoy conocidos como ayoréode. La variedad de nombres que recibió este grupo cultural: pototeros, ninaguilas, motorocos, yanaíguas, flecha corta y en pelotas, dificultó la recopilación de información histográfica; y su forma de vida tradicional, la nómada, no permitió a los cronistas seguirles los pasos.

Los primeros contactos entre los ayoréode y las misiones jesuíticas surgen en la colonia a fines del siglo XVII. En 1724 se fundó la Misión San Ignacio de Zamucos la cual funcionó hasta 1745, año en que los ayoréode abandonaron la misión por incompatibilidad interna al grupo y con la visión jesuítica sobre la vida. La desestructuración de esta Misión coincidió con la expulsión de los jesuitas de la Audiencia de Charcas.

Según Fishermann los antepasados de los ayoréode que se quedaron en las misiones fueron asimilados por la cultura chiquitana, y los que se replegaron al monte recrearon su cultura nómada y continuaron con su propia religión, siendo ellos los antepasados del pueblo ayoreo que se conoce en la actualidad.

Los ayoréode que se refugiaron de la acción misional, encontrarían a mediados del siglo XX el momento inevitable de encuentro con la sociedad Boliviana, la Guerra del Chaco (1932 – 1935). La guerra y el avance de la sociedad republicana fue para los ayoréode un impedimento para que los grupos locales llamados Gosode accedieran a lugares privilegiados y claves para el abastecimiento de agua, alimentos y sal.

Al no poder competir por el territorio contra los blancos, los ayoréode empezaron a competir entre sí y las relaciones entre grupos locales Gosode pasó de conflictos pautados ritualmente a guerras de sobrevivencia. Los llamados Guidaigosode, un grupo local del sur marchó hacia el norte afectando los espacios territoriales de los Diequedejnaigosode.

A mediados de 1940, por requerimiento del gobierno nacional, misioneros católicos y evangélicos contactaron a los ayoréode y establecieron estaciones misionales. En 1948 la Misión Nuevas Tribus fundó Tobité, el primer asentamiento permanente de ayoréode en Bolivia. En 1950 la Misión Sudamericana fundó Zapocó y Rincón del Tigre. En 1957 la iglesia católica fundó Santa Teresita. Todos los demás asentamientos se formaron a partir de 1955 por migraciones desde los nuevos centros. El último grupo que aceptó la vida sedentaria y el contacto misional se asentó y fundo Puesto Paz en 1972.

Otros sucesos como la construcción del Ferrocarril Santa Cruz – Puerto Suárez, la explotación petrolera, el avance de las haciendas ganaderas y la internación de gente foránea, provocó una masiva migración en un tiempo relativamente corto, la forzada sedentarización y la pérdida del control del territorio que ocupaban los ayoréode.

Es así como se dio inicio a un rápido proceso de aculturación religiosa, social y económica, alterando el mundo simbólico ayoréode y sus creencias del pasado para introducir creencias cristianas, nuevos alimentos, una nueva educación y un nuevo sistema de trabajo.

Resumen a partir de revisión bibliografíca de Riester, Weber, Fishermann, Suaznabar, Zanardini, Solezzi y Velasco. Esta Bibliografía se encuentra en el centro de documentación de APCOB.

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